jueves, 11 de diciembre de 2008

La niñera chochea.

Definitivamente, see le ha acabado de ir la pelota del todo. Pensábamos que duraría unos añitos más, que envejecería y recapacitaría sobre las benditas extravagancias del pasado, pero no: queda constatado que a la TV se le ha acabado ya la cordura.

Hace poco, con motivo del último atentado de la banda terrorista ETA en el que murió un empresario, tele5 nos recordó la animadversión que nos inculcan desde esa caja tronante hacia todo lo distinto, hacia todo lo que se sale de la vía. No es que afirme que maldecir a esa panda de asesinos se aleja de la cordura y de la verdad. Muy al contrario, no está nunca de más recordarnos que aquellos que sólo tienen sed de sangre no pueden esconderse en protestas supuestamente justificables. Que son despreciables. Pero muchas veces (y aquí alguno empezará a considerar la opción de acudir a mi casa a las tantas de la madrugada a meterme un calcetín en la boca, a ver si con suerte me ahogo) olvidamos que la libertad de expresión es mucho más que romper candados vocales: es defender hasta la muerte el derecho que ese señor de ahí tiene para decir lo contrario a lo que quieres oír. Y eso se nos olvida a menudo.

El atentado en cuestión venía a colación de la construcción de un AVE que conectaría Madrid con el País Vasco. Una excusa inadmisible. Como cualquiera en estos casos: no hay excusa que valga. Pero tele5 realizó lo que podríamos considerar, empleando una terminología ajustada a la tele de hoy, una cagada descomunal. Recreo "pseudo-textualmente":

(Imágenes del difunto tiroteado en el suelo, a todo esto imágenes que yo no hubiera emitido por atentar al buen gusto en esa hora tan delicada estomacalmente como es la de la comida)
Locutor: Así protesta ETA contra la construcción del AVE en el Pais Vasco.

(Cambio de imágenes: manifestación ciudadana contra la construcción de la resobada infraestructura ferroviaria)
Locutor: Y así protesta ETA en las calles.

Peligrosa jugada televisiva en la que nos hacen asociar sangre con ideas políticamente incorrectas. Lo dejo al criterio de cada uno, pero aunque no estoy nada de acuerdo con paralizar las obras del AVE (no hay gastos públicos infinitamente más supérfluos en este país... casi), defenderé siempre que los que piensan de un modo diametralmente opuesto a mí se expresen.

No hay comentarios: