La niñera chochea.

Definitivamente, see le ha acabado de ir la pelota del todo. Pensábamos que duraría unos añitos más, que envejecería y recapacitaría sobre las benditas extravagancias del pasado, pero no: queda constatado que a la TV se le ha acabado ya la cordura.

Hace poco, con motivo del último atentado de la banda terrorista ETA en el que murió un empresario, tele5 nos recordó la animadversión que nos inculcan desde esa caja tronante hacia todo lo distinto, hacia todo lo que se sale de la vía. No es que afirme que maldecir a esa panda de asesinos se aleja de la cordura y de la verdad. Muy al contrario, no está nunca de más recordarnos que aquellos que sólo tienen sed de sangre no pueden esconderse en protestas supuestamente justificables. Que son despreciables. Pero muchas veces (y aquí alguno empezará a considerar la opción de acudir a mi casa a las tantas de la madrugada a meterme un calcetín en la boca, a ver si con suerte me ahogo) olvidamos que la libertad de expresión es mucho más que romper candados vocales: es defender hasta la muerte el derecho que ese señor de ahí tiene para decir lo contrario a lo que quieres oír. Y eso se nos olvida a menudo.

El atentado en cuestión venía a colación de la construcción de un AVE que conectaría Madrid con el País Vasco. Una excusa inadmisible. Como cualquiera en estos casos: no hay excusa que valga. Pero tele5 realizó lo que podríamos considerar, empleando una terminología ajustada a la tele de hoy, una cagada descomunal. Recreo "pseudo-textualmente":

(Imágenes del difunto tiroteado en el suelo, a todo esto imágenes que yo no hubiera emitido por atentar al buen gusto en esa hora tan delicada estomacalmente como es la de la comida)
Locutor: Así protesta ETA contra la construcción del AVE en el Pais Vasco.

(Cambio de imágenes: manifestación ciudadana contra la construcción de la resobada infraestructura ferroviaria)
Locutor: Y así protesta ETA en las calles.

Peligrosa jugada televisiva en la que nos hacen asociar sangre con ideas políticamente incorrectas. Lo dejo al criterio de cada uno, pero aunque no estoy nada de acuerdo con paralizar las obras del AVE (no hay gastos públicos infinitamente más supérfluos en este país... casi), defenderé siempre que los que piensan de un modo diametralmente opuesto a mí se expresen.

Reflexión post 20N

Ejercicio de lógica post 20N:

1. No creo en el término medio, tan sólo es una media aritmética entre los extremos. No creo que exista una España moderada. No creo en el perdón a la dictadura ni en españoles de toda clase de la mano cantando canciones de paz y comiendo flores en la montaña al ritmo de un anuncio de Coca Cola (al mundo entero quiero dar... you know?).
2. No creo que la derecha pueda ser moderada. Los de derechas son, en el fondo, unos oligárquicos. Cuestiones como el racismo, la xenofobia y demás valores mal disimulados son propios de obtusos mentales e ignorantes. Pero no son la base de la derecha. La derecha son privilegios para unos pocos, las molestias para unos muchos son pequeñas imperfecciones del sistema.
3. No creo que la izquierda pueda ser moderada. Los de izquierda son, en el fondo, unos Marxistas-Leninistas. El objetivo nº1 es derrocar a los patrones. La putada es que en este mundo tan vertical (la horizontalidad es una cuestión de alcoba) siempre tiene que hacerse cargo alguien de ese caramelo llamado poder. Y claro, por muy commy que seas, al final todos nos corrompemos. La corruptibilidad es una grieta en nuestra naturaleza humana.
   
4. Los dictadores son culpa del miedo humano. Ese miedo que nos obliga a tener a gente permanentemente forrada de armas en un mundo en el que ya no hay tierras vírgenes por conquistar. Ese mundo que nos obliga a estar pendientes de que no nos ataquemos a nosotros mismos. Y de ese miedo surge que el aparato militar -sobretodo antaño- fuera un poder tan enorme como para que los no preparados del punto 2 fueran lobotomizados con más miedo para que aceptaran a un imbécil incapaz y mala gente como guía espiritual.
5. Como colofón, os dejo la definición de Francisco Franco que aparece en el diccionario de mi cerebro:
   

Abyecto ser que espero que esté sentadito bien cómodo viendo como la gente va a votar, como la guardia civil no va repartiendo leches porque sí, como pueden ir más de dos personas por la calle sin infringir ley alguna, como tenemos una Constitución, como no existen terratenientes que viven del cuento, como dos personas se pueden besar en la calle sin ser apalizados, como hay educación para todos, como puede haber pluralidad de ideas, como llegan grandes obras de la literatura universal que fueron prohibidas en la época (me viene a la memoria 1984 de Orwell, por ejemplo), y sobretodo, como este país ya no es en blanco y negro y los corazones bombean sangre y no una infinita tristeza.

Descansamos en paz, amigo FF. Descansamos de ti.

La mejor tortura que puede tener alguien es ver cómo las aguas acaban volviendo a su cauce. Nunca más, por el amor de dos.

Saps que vull dir-te?

Interesante blog en el que un interesante amigo (de esos a los que los guardas en un rinconcito con la etiqueta "camaradería") me ha propuesto una aparente gilipollez que en realidad se resulta ser un interesante ejercicio de reflexión.

La propuesta consiste en listar 6 cosas cotidianas que te producen especial gozo personal. Sin mayor dilación, procedo a rebanarme los sesos. A todo esto, la propuesta en cuestión es denominada mem.

1- Andar por la calle, sintendo el frío en la cara y escuchando música. Mi banda sonora últimamente son unos yanquis llamados VAST.
2- Saber que la cosa camina.
3- Leer tus pensamientos ordenados en un libro y darte cuenta de que no ser el primero o el único que piensa algo es realmente esperanzador.
4- Hacer pensar a alguien.
5- Ver como has aprendido a tomarte las cosas con calma.
6- Hacer reír a alguien con la broma más absurda del mundo.

Como ves, amigo José Luis, nos basamos en gran parte en las mismas referencias y razonamientos. Y, como he dicho en el punto 3, eso es esperanzador, ¿no crees?